Y tú como me quieres¿? Florecita
La flor iba a contestar pero ella no le dio tiempo. Llevaba prisa. Estaba buscándolo a él, pero ese no era el camino sino el silencio más grande que pudiera ella hacer.
Y tú cómo me amas arbolote¿?
El árbol le iba a contestar pero ella lo abandonó por preguntarle al barquero que pasaba por en medio del desértico llano y en preguntarle ella tenía razón, él le hubiera contestado alegremente que tenía sed y tal vez ella se supiera presa.
Nada fue así, sin embargo.
Ella continuó preguntándole a los animales del universo
Hasta que llegó a la cima de Sí a la pregunta mayor que un pequeño silencio apagadito pero con un viento eólico de tercer grado, de esos que no son buenos para volar parapentes ni hangs.